sábado, 2 de mayo de 2009

Vida alternativa (VI)

sábado, 2 de mayo de 2009
De lo sucedido habían pasado ya muchos años, pero Simón jamás pudo volver a hacer una vida normal.
Desde la muerte de Silvia había salido poco de su casa; acabó los estudios a distancia, y vivía de una rica herencia que le dejó una tía abuela que jamás conoció. Las visitas de sus amigos y conocidos, al principio satisfactorias, fueron convirtiéndose en incómodas e inoportunas.
No se sentía con derecho a volver a ser feliz. Debía sufrir por el daño que había hecho y por el que el mismo se había provocado.
Se había acostumbrado a vivir en soledad y con la culpa, la cuál sabía Simón que no le abandonaría ni en otra vida… después de muerto mil veces seguiría cargando con el peso de la muerte del amor de su vida.
Él no necesitaba a nadie y nada le importaba de lo que hablaran de él. Sabía que era considerado un monstruo y que se decían de él mentiras y calumnias… Ya nadie conocía los motivos de su encierro y lo sucedido hace años, pero eso no era suficiente para volver a salir.
Quería seguir así hasta el día de su muerte.
Tenía que seguir así.
Tenía que seguir viviendo a través de aquel cable que le separaba de un mundo donde era un monstruo y le unía a otro donde nadie sabía nada.
FIN

6 comentarios:

Almendra Puck dijo...

Jo, pobre Simón, me da un montón de pena... y estás segura de que no podemos hacer nada para salvarlo? nada? tienes su dirección de correo? electrónico, claro, ya que está siempre conectado... su msn?

Isabella Gispert dijo...

Que va Almedra... no podemos hacer nada. Él no quiere salir. ¡Ay...! Que le vamos a hacer...

Nina dijo...

¡Pobre Simón!
No conocería el dicho.
¡A rey muerto, rey puesto!
La soledad no es buena; ni siquiera para Simón que como se descuide acabará en el ala de
psiquiatría de cualquier hospital.

Pedro dijo...

¡Ultimas noticias!
Esta mañana he visto a Simón paseando con una vecina mia (de muy buen ver). Iban de la mano y Simón la miraba sonriente, mientras de reojo miraba a su coche.
Una sonrisa malévola iluminaba su cara...
¿Se cargará también a mi vecina...?
¿Estaremos ante un asesino en serie...?

¡Estoy que no vivo en mí...!
Besotes.

Isabella Gispert dijo...

Mamá, Simón no conocía ningúnr refrán... poco sensible que eres...

Pedro, jajajajaja que malévolooO!!!!! ese seguro que no sería Simón... sigue encerrado!!!

Isabella Gispert dijo...

Mamá, Simón no conocía ningúnr refrán... poco sensible que eres...

Pedro, jajajajaja que malévolooO!!!!! ese seguro que no sería Simón... sigue encerrado!!!