Por encontrarnos en la época estival, voy a contaros en varios post porqué me gusta tanto el verano.
Una de mis razones es esta: el verano es la época de las piñas. No me refiero a las piñas tropicales, sino a los frutos de los pinos.
Una de mis razones es esta: el verano es la época de las piñas. No me refiero a las piñas tropicales, sino a los frutos de los pinos.
Hoy me he levantado muy temprano y he ido a por piñas con mi padre. Desde que yo recuerdo, siempre he comido piñones en verano, pero nunca antes había ido a coger piñas.
El sistema puede parecer sencillo. Consiste en dar a las piñas verdes con un palo para que caigan al suelo. Pero en realidad no es tan sencillo. Para empezar, tenemos que tener un palo lo suficientemente largo como para que llegue a las piñas más altas; el de mi padre es un palo de hierro, seccionado en varias partes que se enroscan unas a otras. En la foto podéis ver a mi padre haciendo la labor.
El segundo paso es tener ojo avizor y divisar las piñas verdes en el pino (las marrones o añejas no valen, porque esas ya no tienen piñones); a mí me ha parecido muy complicado esto. Hoy hemos traído a casa cuarenta y nueve piñas y de todas ellas yo habré visto como mucho diez. Supongo que con la práctica se irán viendo más fácilmente.
Una vez divisada ya la piña lo que hay que hacer es ir metiendo entre las ramas del pino (esto también puede parecer fácil, pero lo cierto es que hay que tener mucha maña) el palo y cuando éste esté ya al lado de la piña, a ésta se le da un golpe seco y cae al suelo.
Y ahora diréis: “¿y qué se supone que haces con esa piña tan verde?” Bueno, puedes dejarla como elemento de decoración encima de alguna mesa, no parar de olerlas (de verdad que me da pena no poder enviaros el olor del saco donde están las piñas) o podéis hacer lo siguente.
Una vez cogidas las piñas deseadas te vas a tu casa, enciendes el horno, pones sobre la bandeja tantas piñas como quepan (pueden estar unas encima de otras) y las dejas asando un buen rato. No sé cuánto tiempo exactamente las dejo yo, yo las suelo sacar cuando la casa está inundada de olor a piña y éstas han cambiado de color.
Luego cogéis las piñas, las golpeáis y las vais abriendo para sacar los piñones.
Se parten y se comen.