martes, 3 de febrero de 2009

Almas gemelas

martes, 3 de febrero de 2009

Se buscaban cada jueves para dar rienda suelta a su lujuria, su pasión y a la falta de cariño que ambos sentían en lo más profunde de su ser.
Al encontrarse, siempre en el mismo lugar, se les iluminaba la mirada; ambas decían "ámame hasta morir" pero sus labios sólo hablaban el idioma de los besos y no el de las palabras que llegan al corazón.
Entre caricias y risas se mentían, conscientes de cada palabra incierta, de cada afirmación falsa; conscientes del miedo a mostrar el alma.
Ya entre la intimidad de cuatro paredes, dejaban las mentiras a un lado y se entregaban el uno al otro, como tanto deseaban, y se rendían al amor.
El sudor recorría cada centímetro de su piel. Su respiración sofocada se notada desde el otro lado de la ventana, a través del vaho que cubría a ésta. El sonido de los muelles recorría el pasillo. Y el sabor de los besos se paladeaba en el aire.

4 comentarios:

Almendra Puck dijo...

mmm... me gusssta... jajaja. esto se va a convertir en un blog erótico? oye, a mí me encantaría, eh! :P

Isabella Gispert dijo...

mmmm, no creas que no lo he pensado Almendra jaja. supongo que habra una alguna que otra entrada de esta índole... Así que atenta eh¿? jajaj

Anónimo dijo...

Estoy en contra de que las mentiras quedan fuera cuando se hace el amor, las escondemos en algún punto de nuestro maltrecho cerebro, pero si hay mentiras las hay en cualquier sitio, y en cualquier acción.

Isabella Gispert dijo...

Don gato, ellos dejan las mentiras fuera cuando hacen el amor, porque ellos se aman, y en ese momento hacen lo que sienten el uno por el otro.
Pero en el momento en que dejan de sentir con el corazón y empiezan a pensar con el cerebro niegan sentimientos, actitudes y todo aquello que pueda unirlos, porque ambos, aún siendo almas gemelas, anhelan la sensación de ser libres por siempre y no rendir cuentas más que a uno mismo.