Estaba Isabella entre ropas raídas, sombreros deshilachados, papeles en blanco y viejas plumas sin tinta.
Iba ojeando todo lo que sacaba de aquel maravilloso baúl, que parecía no tener fondo alguno. Había muchos manuscritos, cortos y graciosos algunos y otros interminables. Tenía en sus manos unos folios oscurecidos por el tiempo, pero que todavía podían leerse...
1 comentarios:
Me encantaría ser baúl. Sabes cosas que nadie más sospecha. Ves cosas, secretos, desdichas , y lo mejor de todo es qu las cosas importantes (aunque fuera durante un instante de ésta mísera vida) estaría dentro de mi, y lo guardaría con cariño, para que el dñia menos pensado, alguien al abrirme descubriera esas cosas que le hagan llorar por nostalgia, y recoger sus lágrimas y guardarlas de nuevo...
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